jueves, julio 27, 2017

MÚSICA EN TIEMPO DE PROVERBIOS




21 de marzo de 1685 / 28 de julio de 1750

MÚSICA EN TIEMPO DE PROVERBIOS
a juan sebastian bach


Algo en su música hace reverberar
el corazón como si fuese
un diapasón

Algo de sus acordes se atempera en el
regazo de los olvidados hasta hacer
florecer el porvenir

Algo en sus notas continuas desenvuelve
los artilugios del alma y la hace estallar en
viento que vibra sobre los metales
de una flauta.

Algo de sus kyries nos deja la consagración
de una religión que tiene al hombre
en su cabecera como sacerdote mayor
de todo lo que existe

Algo de sus cánones nos radiografía
la vida hasta deslastrarnos de epígrafes
dejando la materia de la humana
condición en tiempo de proverbios

Algo de sus corales trasiega los sentidos
como si estuviésemos ante un océano
inmenso invitados a ser transeúntes
en su oleaje deslumbrante

Algo de sus conciertos para claves
en tiempo de imaginerías se vuelve un
espejo en el que nos vemos a nosotros
mismos reflejados en sus colosales
arquitecturas de suspiros  como si
encontráramos el sentido mayor
de la existencia

Algo de Juan Sebastián siempre anda
con nosotros plegado a los dedos que escriben
a la voz que susurra al temple que batalla
incesante por impedir que el ruido
acorrale la música

Algo de sus estruendos sonoros
contiene en su exuberancia los ritmos
de antiguos ritos y la alquimia de sones
que se ahíncan en la raíz de lo vivido

Algo de la dulzura que mana inefable
de sus adagios revive las romanzas
que el hombre deletrea en las
circunvalaciones de sus afectos
más hondos

Algo de sus fugas y contrafugas
del derroche de vientos y cuerdas
que cincelan acordes que provienen
del país del alma se bordan en las
petalerías de un vivir
que aún no hemos construido

Ojalá que las amplias avenidas
de sus cordajes
donde perderse es encontrar
las líneas que traza el universo
sobre las perpendiculares de un
sol que resplandece en el corazón
de las más diminutas hojas de hierba
toque a quien lo escuche
hasta hacerse voz de una polifonía
del vivir que contenga a todos
en el resplandeciente milagro
de lo verdaderamente humano


texto y foto / ms / 2010

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7 comentarios:

Anónimo dijo...

Apreciada profesora Sananes:

Siempre he tenido el placer de seguir sus columnas y sus correos, sin embargo ignoraba la grata sorpresa de que usted también admira la incomparable obra de J.S. Bach; yo he disfrutado del legado sin par que este genio legó al género humano.

En estos tiempos de miseria espiritual y de ignorancia oscura y chabacana, en tiempos de politicastros y productos infames de la contra cultura de la violencia y el hedonismo barato, la obra de Bach nos demuestra que existe otra realidad, otra forma de pensar, plenamente humana y sin embargo orientada hacia lo trascendente y lo elevado; definitivamente Bach funcionaba mentalmente a estas alturas de la belleza y de la perfección a las que hay que dirigirnos para superar nuestro presente lleno de violencia, de mediocridad y miedo.

Gracias por su mensaje, la invito a escuchar de esta interpretación del gran director y organistaho Karl Richter

http://www.youtube.com/watch?v=RBqN-yQdnu4&feature=PlayList&p=16D39755460CF822&playnext=1&index=5

A Vásquez

Anónimo dijo...

Estimada Mery

Como siempre, precioso!
Muchas gracias.
Salumos,
Roberto Glingani

Marcelo Sztrum dijo...

Aquí en casa, en los 38 metros cuadrados de mi “bulín” parisino está ese librito objeto, querida Mery, que me hiciste llegar en su momento, junto a miles de siempre demasiados otros libros y papeles y libros-objetos como una biblia con que mi abuelo Herman Sztrum, el patriarca que supo salir de una Polonia en que perecerían millones de los nuestros a manos de la bestia nazi, se ve que rezaba casi en secreto en la medida en que para una familia ganada, en Argentina, por el arrasador totalitarismo bolchevique, toda espiritualidad que no congeniara con su pésima religión secular era condenable...

...una biblia humilde de judío humilde que me legara su nuera, mi tía Nélida Argentina Taibo, belleza guaraní mujer de mi tío Saúl que... se ve, como tratamos de reconstruir con su hija, mi prima Claudia Sztrum, también creyente, casi en secreto (yo nunca lo supe), en su caso, en el dios cristiano, se solidarizaba así con su suegro y sabía que esto caía, como el librito de Ana Magdalena, en buenas manos... y un desorden tan cabal como el nombre de la editora...

...tal como saben el historiador Ilan Llew -para quien los objetos no son moco de pavo- y tu compatriota poeta y universitaria Maguy Blancofombona, una de mis amigas más cercanas.

Administrador dijo...

Gracias, Marcelo, de corazón por estas palabras que has dejado aquí. Un privilegio para mí, acompañar esa biblia humilde y estar en compañía de tus tantos libros y papeles. Es estar en un hospedaje seguro, de afectos y sentimientos compartidos. A través de este libro de Ana Magdalena llegamos a iniciar una amistad tan robusta y hermosa como la nuestra. Mi abrazo. Y aun espera de tus petirrojos, mon cher Marcelo.

Margot Sananez dijo...

Cada poesía que leo me gusta y me enseña a quererla y está tiene su tono musical

Administrador dijo...

Siempre me regalas palabras muy dulces, Margot y te las agradezco en mucho.

Paula Mádenas dijo...


¡Magnifica descripción de la música de Bach !!! 💗💗